martes, 22 de mayo de 2007

The passion of a dance...



"Eroticism is like a dance: one always leads the other".

Milan Kundera



"Bailar con los pies es una cosa, pero bailar con el corazón es otra."

Anónimo



"La Danza no es algo que se pueda explicar con palabras; tiene que bailarse."


Paige Arden





"El movimiento no miente"

Martha Gram

sábado, 19 de mayo de 2007

Sin miedo


Rosana, una vez más, me recuerda el modo de vivir que me interesa en mi cotidianidad... "No abandones, continúa" -me dice ella con su canción.

Vivir a pleno, desplegar las alas y volar...Volar con la certeza que alguien vendrá hacia nosotros y juntos emprenderemos el camino de la vida -dice Silvia Palacios al describir esta su pintura.




Sin miedo sientes que la suerte está contigo

jugando con los duendes, abrigándote el camino

haciendo a cada paso lo mejor de lo vivido

mejor vivir sin miedo.


Sin miedo,

lo malo se nos va volviendo bueno

las calles se confunden con el cielo

y nos hacemos aves

sobrevolando el suelo.


Así sin miedo,

si quieres las estrellas vuelco el cielo

no hay sueños imposibles ni tan lejos

si somos como niños

sin miedo a la locura

sin miedo a sonreir.


Sin miedo,

las olas se acarician con el fuego

si alzamos bien las yemas de los dedos

podemos de puntillas

tocar el Universo.


Así sin miedo,

las manos se nos llenan de deseos

que no son imposibles ni están lejos

si somos como niños

sin miedo a la ternura

sin miedo a ser feliz.


Rosana

domingo, 13 de mayo de 2007

Una concurrida soledad...


El lado oscuro del corazón. Una película encantadora; llena de símbología, poesía, búsquedas, vuelos, sueños, anhelos, desesperanza, aprendizaje, crecimiento...
En esta ocasión incluiré uno de los poemas de Bennedetti con que Oliverio expresa su sentir; y es sintiendo -incluso el dolor, el vacío, la ausencia- que se sabe vivo, y que continúa...


ROSTRO DE VOS

Tengo una soledad tan concurrida
tan llena de nostalgia
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores, tamaños y promesas
por época, por tacto y por sabor;
sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con tu rostro de vos.
Estoy lleno de sombras,
de noches y deseos,
de risas y alguna maldición.
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos mira a otra parte
con sus ojos de amor que ya no aman
como víveres que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van, queda la noche
las nostalgias se van, no queda nada
ya mi rostro de vos cierra los ojos
y es una soledad tan desolada.

Mario Bennedetti.

lunes, 7 de mayo de 2007

Cuando los otros aparecen cuando menos lo esperas... pero más lo necesitas!


"¿Cómo seguiste de...?" me pregunta D. en una visita inesperada e inusual. Antes, cuando estábamos muy pendientes del otro, esa sería una pregunta cotidiana. Pero ayer, cuando hace mucho no hablamos de verdad, cuando hace mucho no nos vemos, aparece de repente y pregunta por lo que preferí guardarme sin decirle a mi familia, sin comentarlo a mis amigos más cercanos... Pero lo necesitaba, necesitaba hablarlo con alguien que de verdad me escuchara y que eso no significara que me viera con lástima. Y entonces sucedió: me enfrentó a la pregunta, y después de estallar en llanto, hablé. Y él sólo estuvo ahí y me escuchó. Apareció -sin saberlo- para escucharme, sostenerme un instante, el necesario, y se fue.

El día anterior me había ocurrido algo similar: luego de haber escrito en este espacio lo que necesitaba sacar, aparece M. en el messenger e inicia una larga conversa sobre lo que recién había escrito, sin saber que yo realmente necesitaba hablar al respecto. Y que apareciera otro en ese instante que se preguntara sobre lo mismo, que se identificara con mi mal-estar, dio cabida a que al menos esa noche -o lo que quedaba de ella- pudiera dormirme sin más ni más.

Pero hoy, ¿cómo pude haberme olvidado que mi amigo me miraba por la webcam? "Apagué la cámara al propio. Por qué lloras?" -me dijo. A lo que respondí: "Es sólo que estoy sensible, ocupaba hablar con R. porque no he estado bien y él me dijo que lo llamara cuando lo necesitara...".

domingo, 6 de mayo de 2007

Quiero aprovechar lo que tengo hoy, sin esperar, sin detenerme...

Quisiera volar mucho mas rápido y más alto de lo que estoy haciéndolo, quisiera recorrer tantos parajes, tantos sitios, tantos cielos… y si la vida no me alcanza para hacer todo lo que quiero?

Asociación libre


“Dime el tema de tu tesis y te diré de qué careces” repitió Mariano Fernández durante todo el semestre en el que fui su alumna.

“Relaciones de poder entre los géneros y su influencia en las manifestaciones de violencia en las relaciones de noviazgo adolescente” le contestaría yo, aunque en realidad es el tema de mi aún incompleto anteproyecto.

Y es que ahora veo que dejar atrás este tema significa haberlo enfrentado todo, completo, afrontando cada detalle, cada cosa que golpea...

La violencia y el abuso sexual son temas que la mayoría van a reprobar si se les pregunta por su opinión al respecto.

Pero yo, yo odio a los “macho” men, por ejemplo, por más sutil que sea su forma de externarlo… y lo peor es que los encuentro por todos lados, están por donde quiera que pase...

Me escalofría un pleito entre maes por una mujer o un partido de fútbol…

Me da tristeza (de esa de verdad, de esa que cala) ver a las chicas tan orgullosas de su implante de senos (en los que se asemejan a Yayita la novia de Condorito) que viven en función de ellos…

Y entonces me pienso sola, desubicada, no se si estoy en el lugar o en la época equivocada, pero los encuentros entre géneros me son tan ajenos…

Lo que cada uno busca es tan distinto! Veo a las “disparejas” (porque solo así los podría nombrar) y encuentro que se piensan cerca pero la verdad mientras uno habla desde el polo norte el otro se encuentra en el polo sur.

Por qué no abandonar cada uno esos lugares –que de por sí son tan fríos y desolados- y optar por irse a vivir juntos al trópico?

He planteado tantas respuestas a esto, y la verdad ninguna me termina de convencer… Tal vez porque el problema no sea de convencimiento, sino de deseo. Cuánto me encantaría tener respuesta para el cuándo o el cómo las cosas van a cambiar…

jueves, 3 de mayo de 2007

Un cuento al amor (un espacio para el deseo)


Alguna vez un amigo me solicitaba constantemente contarle un cuento con un final feliz.
Luego de escuchar por mucho tiempo su petición lo complací con el cuento... aunque le quedara debiendo el final feliz.
Ahora lo complazco publicando el cuento.



El mundo está lleno de imposibles... deseos imposibles y fantasías no realizadas!

En un cuento todo es permitido, sin embargo, éste no tiene un final feliz. Vivimos buscando realizar esos sueños, lograr la perfección, y de pronto es en la imperfección donde muchas veces nos encontramos, donde logramos sentir; es la incompletud la que nos permite vivir. Y mi vida sólo puede escribir sobre esto: anhelos deseados e inconclusos, sueños soñados e imposibles... al final eso es un sueño: espejismos, alucinaciones, fantasías, ilusiones...



Érase una joven soñadora, atrevida, luchadora... algunas veces calculadora y fuerte, pero en esta ocasión frágil, sensible y tolerable pues amó, creyó y se dio espacio para perder... perder lo suyo para ganar lo del otro; no cualquier otro, su otro, su amor... Quien ama pierde para ganar, y ella no fue la excepción, cedió lo suyo para ganar amor: cariño, ternura... recuperar deseos que por tiempos no había sentido... y amó, amó tanto que ya no sabía cómo no consumirse en este intento de gozo.

¿Y por qué no hacerlo? Amar no duele, ¿o si? ¡Cuán equivocada! Sin embargo deseaba amar, no a cualquiera... amar a quien fuera su pareja, a quien ella misma había colocado en ese lugar: a su lado...

Amar no basta. ¡Cómo puede esto ser posible! Sin embargo, ella sabía que amar no había sido suficiente... Ella lo percibía pues reconocía lo mucho que él la amaba, conocía de la inmensidad de deseo de su otro, lo había sentido soñarla, acariciarla, apetecerla, derrocharla... No obstante, ahí estaba ahogándose, el asma la acababa, la agotaba, ese hueco en su pecho, esa falta de aire... esa falta...