
Me aterra pensar que hacia eso vamos, que algún día llegaremos a ese lugar: el de colocar la seguridad social en función del dinero, de tus ingresos, de tus posibilidades económicas.
Esta película de Michael Moore nos hace pensar -a los que aún no estamos en ese lugar- si es ese modelo gringo el que queremos imitar...
Cuando leo en los periódicos la forma en que los ticos nos endeudamos ahora, a pesar de no poder asumir la deuda con responsabilidad, cuando veo a gente cercana comprar cuanto aparato nuevo salga al mercado, cuando pienso en la cantidad de personas involucradas en este estilo de consumismo y las oigo decir: "Yo voté a favor del TLC porque ya estoy cansada de ver los mismos productos en el supermercado"; me preocupa que busquemos comercializar también nuestra "seguridad social". Y lo encierro entre comillas porque en caso de que así sea, ya no existiría tal seguridad...
Leo diariamente en los periódicos que aseguradoras entrarán a nuestro país a competir con el INS, pero el INS no puede vender sus servicios fuera del país; que entrarán empresas de afuera a ofrecer el servicio prepago de telefonía celular porque éste no se ofrece en el país -y lo mencionan dándole una connotación negativa- pero no se dice que Costa Rica no ha urgido de este servicio porque hasta ahora personas de todas las clases sociales han tenido acceso a la telefonía celular.
Y lo mismo digo para los servicios médicos: en Costa Rica existe el seguro médico administrado por la Caja Costarricense del Seguro Social, y por lo tanto, cada persona paga de acuerdo a sus posibilidades y recibe servicios de acuerdo a sus necesidades. Que hay que hacer fila, que hay que mejorar su operatividad para que no me asignen la cita de una operación o un examen diagnóstico mucho tiempo después como en algunos casos sucede, eso es cierto. Pero también es cierto que acá aún no he visto que se deje de atender a un paciente porque su seguro no cubre su necesidad o porque es extranjero o porque no tiene trabajo. Existen incluso pensiones de régimen no contributivo.
No somos Francia ni Inglaterra, no somos un país de primer mundo, y sin embargo, hemos buscado sostener una seguridad social que nos cubra a todos los que vivimos en este país. Habrá que hacer mejoras, eliminar trabas, denunciar negocios sucios... pero nunca dejar a un lado la solidaridad y el bien común.