martes, 24 de abril de 2007

Paternidad inusual



“Papi, ya quiero irme a la casa porque van a dar Mr. Been”.

Pareciera una frase común y corriente pero en realidad eso depende de los actores que estén en juego. En este caso la frase no es tan cotidiana. Habría que conocer quién es su padre: un hombre adulto de edad madura que, aunque no vive con la madre de la niña, se permite disfrutar a su hija y pasar tiempo con ella con mucha frecuencia. Si no supieras quién es, podrías pensar que no hay nada extraño en ello. Pero no. El escucharlo la Navidad pasada dando la bendición después del rezo del rosario familiar mientras mantenía a su hija dormida en sus regazos fue para mí algo extraordinario. Hermoso pero muy poco usual. Y al escucharla hoy decirle “papi”, vuelvo a preguntarme cómo se construye ella alrededor de esa palabra. Qué le significa. Qué dificultades le trae y qué montón de cosas aprende con ella.

Al verlos hoy a ambos en la reunión familiar de los Ulate, me acerco a saludarlos y conversar un rato con él. Me gusta dialogar con él desde que fui a impartir unos talleres a parejas en la parroquia donde él antes trabajaba. Vamos entonces mi prima y yo a saludarlo. Y es cuando damos inicio al tema:
Prima: Puede creer que yo no conocía a su hija (que ahora tiene como 7 años tal vez).
Primo: De veras? Ella es Sherim.
Prima: Se parece mucho a usted.
Primo: Sí, esta parte de los ojos –dice señalándola. Monseñor me dice: Qué hubieras hecho si se te hubiera ocurrido negarla. (Risas)

El me parece una persona muy valiente, que ha hecho todo lo posible por hacer las cosas de la mejor manera, pensando en lo que podría ser mejor para su hija y la madre de ella, sin olvidarse a final de cuentas de sus propias metas, sus propios caminos. Muy a pesar del fuerte choque que fue para muchos en la familia y a pesar de todas las críticas del pueblo natal de ambos, donde él incluso trabajaba en ese momento.

Digamos que puedo ver claramente el espacio que él le abre a Sherim para darle su lugar como hija. Para honrarla y amarla. Y puedo ver también cómo la familia Ulate ha aprendido y madurado con esta historia. Pero, …y el resto? Los demás? Los que se supone que están afuera pero que rodean a Sherim y conocen su historia origen? A su edad imagino que ya no es un “¿que sucederá?”; ya habrá tenido que enfrentarse a esto con sus amigos de escuela. En el kinder siempre se habla de la profesión de los padres.

¿Cuáles serán las palabras de Sherim frente a su gente, a sus amigos y conocidos? Cómo significa ella esa historia que su padre, al presentarse, expresa como:
- Soy sacerdote. Tengo también una hija, -la abraza- Sherim. Su madre es de acá mismo, con todas las implicaciones que eso ha tenido…

3 comentarios:

Evey dijo...

genial,genial, simplemente genial prima

Anónimo dijo...

Hay pocas cosas en la vida que tienen la capacidad de trascender hasta la más rígida de las estructuras y el más férreo de los tradicionalismos. Siendo algo que me apela particularmente, puedo asegurar que en su momento, no habrá nada que esté por encima de una nenita que me llame papá.

Alonso Víquez dijo...

Muy buen manejado el relato. Hermoso blog.